martes, 14 de julio de 2015

EUROPA EN LA ENCRUCIJADA

La situación de Grecia y las repercusiones en la Unión Europea me han hecho plantearme mi ignorancia sobre aquélla y sobre todo cómo considerarla. ¿Qué es hoy lo que empezó siendo un mercado común y principalmente una cuestión económica? Antes de empezar con mis simples reflexiones, quizá lo mejor sea ver que nos ofrece el Tratado al efecto. Así de su artículo 1 resulta que los Estados miembros le ceden competencias para la consecución o alcance de objetivos comunes. Nos aparece pues la idea de competencias que es tanto un concepto político como administrativo y se deduce que aquéllas se ceden para lo que se consideren como objetivos comunes, los cuales pues son los que justifican la cesión de poder y potestades de cada Estado miembro en la Unión,  sus órganos y administración en su caso.


El artículo 2 nos ofrece una definición que ayuda a comprender estos objetivos y al que me remito pues delimitar cada objetivo común supone una inmensa tarea de estudio e investigación. Así nos dice que: La Unión se  fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías.  Estos valores  son comunes a los Estados miembros en una sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminación, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres.

El artículo 3 insiste: La Unión tiene como finalidad promover la paz,  sus valores y el bienestar de los pueblos. 

Sin proseguir con todo el contenido de este artículo, es indudable que estas declaraciones nos muestran un claro de carácter político y en la que lo económico es un factor y no el fin único y que, para ser efectiva, la declaración necesita de una organización al efecto, tanto política como administrativa que, de acuerdo con el mismo artículo, cumpla o ejerza las competencias que atribuyen los Tratados a la Unión.  Lo que evidencia el contenido jurídico y la existencia de un ordenamiento jurídico. Como el artículo 4 dice que las competencias no atribuidas a la Unión corresponden a los Estados miembros es evidente, pues, la repercusión política de aquélla y la necesidad de la organización propia y la del ajuste de los Estados miembros a lo dispuesto por ella y por los Tratados y ordenamiento jurídico.


El artículo 4 también declara la igualdad de los Estados miembros y su identidad nacional, declaración que evidencia que aunque formando parte de la Unión en lo no cedido competencialmente son soberanos. Pero nos manifiesta la complejidad del sistema establecido y la necesaria referencia a los Tratados y su estudio, sin olvidar que el artículo 5 dice que la delimitación de las competencias de la Unión se rige por el principio de atribución y su ejercicio por los de subsidiaridad y proporcionalidad. Tampoco voy a entrar en todo lo que el Tratado refiere al efecto, sino que, al objeto y fin de mi reflexión, voy a exponer la organización o lo que se denomina como marco institucional de la Unión, sin entrar en el detalle.

Las instituciones de la Unión son:

El Parlamento Europeo.
El Consejo Europeo.
El Consejo.
La Comisión Europea.
El Tribunal de Justicia Europea
El Banco Central Europeo, y
El Tribunal de Cuentas.

Junto con estas instituciones hay que considerar el Eurogrupo.  Reunión informal formado por los ministros de Economía y Finanzas de los Estados de la Unión que se integra en el Consejo y que tanto protagonismo ha alcanzado en la reciente crisis  por la situación con Grecia.

El Parlamento representa a los ciudadanos de la Unión y sus parlamentarios se eligen por sufragio universal directo. Los diputados se agrupan, por afinidades políticas y de partidos, en grupos parlamentarios, y que, considerando que  las elecciones se realizan en cada miembro de la Unión conforme a los partidos, otorga un carácter político predominantemente basado en las citadas afinidades, mientras que el Consejo Europeo tiene una base política fundada en los poderes ejecutivos o Gobiernos de cada Estado miembro ya que lo componen los Jefes de Estado o de Gobierno.

Pero no se trata de analizar todas las funciones  y competencias de estas instituciones sino de apuntar la percepción que los ciudadanos tenemos de la Unión y quizá lo primero que podamos considerar es el euro,  que nadie puede ignorar pues es nuestra moneda. Sin embargo de las instituciones no podemos tener la misma consideración salvo por lo que nos afecte principalmente en nuestras actividades profesionales y económicas; de modo que muchos sectores estarán pendientes de subvenciones o de las directivas o de la jurisprudencia.  En especial pues políticos,  abogados y los comerciantes o mercado sentirán la presencia de la Unión más que el simple ciudadano. Lo que como tales simples ciudadanos no percibimos es una presencia administrativa pues cada Estado miembro es el que actúa como Administración,  sin perjuicio del control o controles que la Unión pueda ejercer. Quizá por ello se ha llegado a la situación actual, a los rescates, imposición de acciones a los Estados deudores y a la actual situación de Grecia y su gobierno.

Puede que algunos consideren a la Unión como un grupo de tecnócratas o como una burocracia insensible y sin democracia verdadera, pero es que como un Unión que es, los fines y objetivos que persigue son los de la totalidad de modo que se considera ya un interés común y no el de cada Estado miembro; pero sea como sea Europa está en una encrucijada en la que además de su tecnocracia e instituciones políticas y de poder habrá de intensificar su administración interventora en cada Estado miembro para evitar el descontrol, el desconocimiento o el engaño, de modo que además los ciudadanos europeos tengamos una mayor percepción de la Unión como una institución que nos gobierna para cumplir esos objetivos destacados al inicio  y que sintamos que ello es así y que nos beneficia y que no nos elimina; de manera que más que el gobierno de los Estados más poderosos se consideren esos ingreses minoritarios que el Tratado menciona . Pero los españoles ya sabemos eso es francamente difícil ya que aquí muchos no se sienten como tales y los partidismos se imponen sobre el bien común.

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