domingo, 1 de julio de 2012

VALENCIA SE QUEMA

Si las cosas en general ya están bastante mal, los valencianos estos últimos días estamos viviendo una catástrofe muy importante, de la que la prensa y los medios de comunicación están diariamente informando. Valencia capital está encapotada de humo y cenizas y huele a monte quemado. La situación resulta dantesca y el hecho lo incorporo al blog por su relación con la actividad administrativa pública y, además por ser afectado directo, ya que el incendio, entre otros términos municipales, afecta al de Yátova. Hace escasos minutos informaban de que afectaba al Motrotón (Monte Altón) muy cercano al pueblo. El monte, en la llamada Muela del Oro, que desde tiempo de mis abuelos pertenece a la familia se ha quemado seguro. 

No puedo realizar ninguna afirmación respecto de la gestión de estos incendios pues no tengo información directa, pero si quiero señalar, que la política al respecto hace tiempo que no se aprecia del mismo modo que hace años. Antes, ante un incendio, toda la población cercana, se movilizaba, ayudaba y en esta ocasión se comenta que no se les ha dejado hacerlo. Tampoco al respecto cabe criticar, pues, en principio, es posible pensar que, al existir mayores medios oficiales y colaboración entre Administraciones, esa colaboración espontánea no es necesaria. Pero la realidad muestra un panorama que a mí, particularmente, me suscita muchas dudas, pese a las condiciones nada favorables en la que los incendios se han producido y descontrolado. Ya hace muchos años, desde tiempo del ICONA, que en los pueblos se viene criticando la política de limpieza en el monte, que se complica porque no se corta leña o no pastorea el ganado como antes, mientras que el acceso público es cada día más fácil, con mayor riesgo de acciones que provoquen el siniestro. 

El año pasado preocupado por el tema y respecto al monte de nuestra propiedad quise contactar con el ingeniero competente para ver cómo realizar una limpieza, sin que persistiera en mi intención al no lograrlo al primer intento. No se trata, por tanto, de acusar a nadie, pero si, al menos, de echar en falta, hoy que tantas cosas inútiles se pagan con presupuesto público, políticas, que si las hay no tienen publicidad, al efecto de que se pueda propiciar la limpieza del monte, bien directas, bien con subvenciones o compartidas con colaboración de los propietarios, en las que la gestión pública sea la base. La limpieza y conservación del monte es una política pública esencial, mucho más que una buena serie de otras que siguen realizándose pese a la crisis económica, no imprescindibles, y que en cambio suponen un gasto que evita que otras políticas más necesarias sean posibles. No todo es la limitación de funcionarios, como tantas veces he dicho, en muchas actividades hay una evidente carencia de ellos, cosa natural ya que es por la sencilla razón de que no hay política preferente en ellas o, sencillamente, no son de importancia o se ignora su eficacia. Mucho hay que reformar, en todos los sentidos, lo triste es que sean lo hechos los que nos muestren la carencia y que no sea una administración previsora, seria y profesional, la que lo evite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Translate

Entrada destacada

El INAP ha publicado mi último libro  Juridicidad y organización https://laadministracionaldia.inap.es/noticia.asp?id=1514744